Coronación Canónica de Nuestra Excelsa Patrona de la Santísima Virgen de la Esperanza

En el momento en que esta publicación ve la luz han concluido los extraordinarios actos realizados con motivo de la Coronación Canónica de nuestra Excelsa Patrona, actos realizados durante el año 1.996 y que transcribimos en palabras de la actual presidenta de la Fundación del Santuario de Ntra. Sra. de la Esperanza María de los Ángeles Cristóbal Rivera.

Cuando la mayordomía, cuya presidencia ostento, se hizo cargo de la gestión del Santuario, uno de sus objetivos fue el de iniciar los trámites para la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza, idea ésta apuntada ya por alguna mayordomía anterior. Sabíamos que no era tarea fácil, pero que tratándose de nuestra Virgen y de su Santuario tenía muchas posibilidades de ser atendida nuestra petición por las autoridades eclesiásticas.

Fueron varias las razones que nos movieron a embarcarnos en esta tarea. En primer lugar, razones de tipo religioso, pues creíamos que la Virgen de la Esperanza debía tener un reconocimiento especial por parte de la jerarquía eclesiástica, puesto que son muchos los años que avalan este centro de religiosidad y piedad mariana.

Razones también de tipo histórico; era un dato más que añadir a la larga y a veces oscura historia de nuestro Santuario. Con pequeños y grandes acontecimientos cada mayordomía, en la medida que pueda, tiene el deber de enriquecer a historia del mismo. Puede que hubiera algún otro planteamiento menos altruista, también digno de tener en cuenta, como es el de promocionar el Santuario. Si es cierto que en la actualidad no está necesitado de ello, pero tampoco debe olvidarse, para que su ermita continúe siendo un lugar de encuentro, de paz y reposo al lado de la Madre.

Pero fundamentalmente, el motivo principal que nos impulsó a coronar a nuestra Virgen, fue de carácter afectivo, de cariño, de amor y de entrega de un pueblo hacia su bien más querido: su Madre que espera siempre con los brazos abiertos a los hijos para recoger sus alegrías, anhelos y penas y ser siempre la “Esperanza Nuestra”.

Al Obispo de la Diócesis corresponde juzgar sobre la oportunidad de coronar una imagen de la Santísima Virgen María. Pues solo se hará aquellas que, por la gran devoción de los fieles, gocen de cierta popularidad, de tal modo que el lugar donde se veneran haya llegado a ser un centro de culto litúrgico de activo apostolado mariano.

La Virgen de la Esperanza se ha visto honrada con esta distinción.

Don Javier Azagra Labiano, Obispo de la Diócesis, aceptó la petición que en su día hice como presidenta de la Fundación del Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza junto con el Párroco de Calasparra. Después, el Santo Padre Juan Pablo II, uniéndose a esta iniciativa, envió su bendición apostólica.

Tras ello comienza un largo, profundo y cuidado trabajo, cuyo primer paso consistió en elegir la corona, que tras el estudio de varias ofertas, propuestas y diseños recayó en la oferta presentada por Don Fernando Marmolejo Camargo, uno de los orfebres más importantes de España, autor, entre otras obras de las margaritas que culminan la Giralda de Sevilla y Camarín de la Macarena de la misma ciudad.

Se trata de una pieza de un kilo y cuarto de oro y piedras semipreciosas. Consta de corona imperial y resplandores, que tiene unas características artísticas especiales. Incluye ocho escudos esmaltados con alegorías de la Virgen, además de los del Obispo, Comunidad Autónoma y Ayuntamiento de la Villa.

Los resplandores finalizan en doce estrellas, que representan las doce tribus de Israel, están sujetas con muelles para facilitar el movimiento. Toda la corona está sembrada de espigas de arroz, cuyos granos son pequeñas perlas, y en el interior cuelga un ancla, símbolo de la esperanza. En la parte inferior, dos ángeles coronan perpetuamente a la Virgen. El arco de la parte superior representa la cueva del santuario, que alberga una esfera representando a la tierra y una cruz, en recuerdo de la Redención. Culmina la corona el anagrama de María: M entrelazada con A.

Para La Pequeñica se encargó una aureola con estrellas, dejando que los calasparreños decidieran si permanecía siempre con ella.

Una amplia campaña publicitaria y de divulgación por medio de estampas, carteles, notas de prensa, invitaciones a entidades, instituciones, calasparreños ausentes, medios de comunicación, etc., inician los actos destinados a tal acontecimiento.

Diversos actos religiosos y culturales se programaron a lo largo de estos meses, que se iniciaron con la Presentación del proyecto de Coronación en el Auditorium Municipal el día 27 de Abril, al que sigue, el día primero de Mayo, al quitarle la corona a la Virgen en una Eucaristía que se celebró en la Plaza de la Corredera y que fue presidida por el Obispo de la Diócesis.

Finalmente, tras un amplio abanico de emotivas actividades que recibieron el respaldo, no solo del pueblo de Calasparra sino de incontables visitantes, la tarde del 8 de septiembre de 1.996, las imágenes de la Virgen de la Esperanza fueron coronadas como reinas de las familias, de los hogares, de los arrozales, de la vega y de todos los hijos del pueblo de Calasparra.

La Virgen lució en este acto una corona digna de una reina, testimonio del cariño que sus hijos le profesan.

La ceremonia se celebró en la Plaza de Toros, acondicionada y engalanada para tal fin ya que era el único recinto con condiciones para albergar las expectativas de asistencia, siendo tanto el éxito de la convocatoria, que numerosas personas tuvieron que seguir la ceremonia desde el exterior en una pantalla instalada para ello, o desde sus casas a través de la televisión local.

Estuvieron presentes El Presidente en funciones de la Comunidad Autónoma, El Delegado del Gobierno, El Director Provincial de Educación y Cultura, Diputados regionales, Corporación Local, Ayuntamiento de Premiá de Mar, y un largo etcétera.

Entre la representación religiosa se contó con la presencia del Obispo de la Diócesis, El Canónigo de la Catedral de Toledo y Capellán Nacional de la Orden de Malta, Vicario y
Arcipreste de la comarca y veinticinco sacerdotes más que concelebraron la Eucaristía. El acto concluyó con la lectura y firma del acta de coronación.

Numerosas personalidades se adhirieron al acto remitiendo sus cariñosas y emotivas cartas. Entre ellos cabe destacar: SS. MM. Los Reyes de España, El Presidente del Gobierno, La Ministra de Cultura, El Presidente de Castilla-La Mancha, El Arzobispo de Valencia, Los Obispos de Granada, Albacete y Alicante, y numerosos Presidentes de asociaciones y Alcaldes de distintos pueblos de la región.

HIMNO A LA VIRGEN EN SU
CORONACIÓN CANÓNICA

En la cueva del Santuario
habita una huertana
le llaman la Virgen
de la Esperanza
Patrona de Calasparra.

El primer día de Mayo
la Madre se engalana
con manto y corona,
vivas y gloria
de sus hijos al llegar.

En Tí hemos de creer
porque eres madre fiel
y vamos a ofrendar
mil flores a tu altar.

Virgen de la Esperanza

Madre de Calasparra,

Tú has de iluminar

nuestro caminar

en la dicha que anhelamos alcanzar.

Virgen de la Esperanza
Madre de Calasparra
Reina del lugar
Sol del arrozal,
tu bondad queremos proclamar.

En su peregrinar
a tu bendito hogar
al pueblo en oración
le das tu bendición.
Virgen de In Esperanza,
Madre de Calasparra,
Tú has de iluminar
nuestro caminar
en la dicha que anhelamos alcanzar.
Reina del lugar,
Sol del arrozal,

tu bondad queremos reclamar.

¡Madre!

¡Madre!

Beneplácito de las Autoridades Eclesiásticas.

Acta de la coronación canónica de la Virgen de La Esperanza 1996